Prevención de la broncoaspiración en pacientes con disfagia
Aquí vamos a aprender sobre la prevención de la broncoaspiración en pacientes con disfagia. La aspiración o broncoaspiración sucede cuando las secreciones que permanecen en la boca o faringe, o bien el contenido gástrico, son aspirados hacia las vías respiratorias, en lugar de hacia el aparato digestivo.
Esto puede dar lugar a enfermedades pulmonares y complicaciones mayores. Es común en los adultos mayores con disfagia y puede conducir a la neumonía por aspiración.
Para prevenir la broncoaspiración debemos prestar atención a tres momentos clave:
1. Preparación de los alimentos
- Hay que ajustarse a la información indicada por el médico sobre la consistencia adecuada de los alimentos de la persona que cuida. Ejemplo: algunas personas degluten los líquidos espesos con más facilidad que los líquidos más diluidos.
- También debemos ajustarnos al volumen y el material recomendados. Por ejemplo, cuando el médico nos haya indicado usar una cuchara sopera, junior, de postre o de café, etc., debemos seguir sus indicaciones al detalle, porque la cantidad que le demos al paciente es muy importante.
- Cuando la persona se atraganta con líquidos, se utilizarán espesantes. Sigue al pie de la letra las pautas que te haya marcado el personal sanitario para conseguir el grado de espesor deseado.
- Evitar alimentos con más de una textura (alimentos que desprenden líquido al masticarlos), el arroz, verdura cruda cortada en “juliana”, frutas con mucho jugo y en general todo alimento que se disperse en la boca. Para evitarlos, homogeneizar la textura haciendo papilla y purés, consumir la fruta en compota, etc.
- Evitar alimentos sólidos y muy secos, o que puedan desmenuzarse o alimentos con harina o fécula que puedan “pegarse” al paladar (pan de molde, galletas, mantecados, …).
- Elige comidas con consistencias homogéneas. Utiliza coladores, mallas, batidoras y pasapurés para garantizar un alimento homogéneo sin dobles texturas y libre de hebras, pepitas, pieles, semillas, espinas, etc.
- Para la ingesta de medicamentos que no pueden ser triturados mézclalos. Consulta con el profesional la posibilidad de mezclarlos con puré o yogur.
- Evita bebidas gaseosas que producen atragantamiento con mucha facilidad.
2. Momento de comer
Posición: El paciente debe sentarse cómodamente con la espalda equilibrada y recta, en 90 grados. Utilice almohadas o cojines, si es preciso. Si le vamos a ayudar a comer, nosotros nos colocaremos un palmo por debajo del paciente e introduciremos el alimento de forma horizontal y de frente al paciente, para ayudar a la flexión anterior del cuello, es decir, la cabeza hacia delante, mejorando la seguridad. Podemos ofrecer la cuchara en un plano algo inferior a la boca (como a la altura de la barbilla) para facilitar esa flexión. Si el paciente está en la cama, se debe elevar el respaldo a un ángulo de 90 grados o como mínimo con una inclinación de 75-80 grados.
Control del ambiente: Procura que el paciente descanse durante 30 minutos antes de la hora de alimentarlo. Si está descansado, es probable que la persona tenga menos dificultad para tragar. El paciente debe estar alerta durante la ingesta. Debes evitar las distracciones durante las comidas (televisión, charlas, etc.) y procurar que el paciente se concentre en deglutir. Evita específicamente que hable mientras come. El ambiente debe ser tranquilo.
Ayudas: A la hora de ayudar al paciente, evita abusar de instrucciones verbales repetitivas. Es mejor dar órdenes cortas y sencillas. Emplea utensilios adaptados a su enfermedad, para disminuir la ansiedad del momento de comer/beber (vasos con boquilla, cubiertos adaptados, …). No se deben usar jeringas ni pajitas y tampoco botellines. Es preferible el uso de cuchara y los vasos de boca ancha o forma arqueada. Mantener el vaso lleno ayudará a evitar que la persona eche la cabeza hacia atrás. Para minimizar las distracciones y ayudar a la persona a comer adecuadamente, valora si funciona darles señales específicas, redirigir su atención si se distrae, dividir las tareas en tareas más pequeña (llenar la cuchara, llevar la cuchara a la boca, etc.) y modificar el entorno si ves que hay algo más que le distrae (cerrar la televisión, no elegir ese momento para conversar, no tener una revista al lado o cualquier cosa que pueda distraerle).
Para facilitar la deglución sigue los siguientes consejos:
- Procura que el paciente trague con el mentón ligeramente hacia abajo para evitar que el bolo pase a la vía respiratoria. Mientras come, evita que gire la cabeza.
- Introducir el alimento en la boca del paciente según el tipo de déficit. Por ejemplo, se puede dar el alimento en el costado derecho de la boca si existe debilidad facial en el lado izquierdo.
- Presionar con el cubierto la superficie de la lengua al depositar el alimento.
- Colocar poco volumen de alimento en la boca.
- En algunos pacientes, puede ser necesario presionar con un dedo la base de la lengua por la zona exterior, posterior a la barbilla, como la base de la mandíbula, para facilitar la propulsión lingual del bolo.
- Gradúa el ritmo de la alimentación y el tamaño de los bocados según la tolerancia de la persona. Ante todo, evita la alimentación apresurada o forzada.
- Alterna bolos sólidos y líquidos, pero no los mezcles a la vez en la boca de la persona.
- Haz que el paciente trague en seco entre bocado y bocado, para limpiar residuos que pudiesen haber quedado en la faringe.
- Espera a que la boca esté vacía antes de la siguiente cucharada. Puede sernos útil que, entre cucharada y cucharada, dejemos los cubiertos sobre la mesa, y cogerlos nuevamente cuando la boca esté vacía.
- Nunca dejes solo al paciente mientras come.
- Es preferible que coma frecuentemente en cantidades pequeñas.
- Aumenta la ingesta por la mañana, porque generalmente se tiene más apetito.
- Se intentará dar la mayor cantidad de aporte calórico durante los 30 primeros minutos. No debería alargarse la comida más de 45 minutos, ya que la fatiga puede favorecer aspiraciones.
- Una vez haya terminado de comer, es conveniente que el paciente permanezca sentado entre 30 minutos y 1 hora con el fin de evitar problemas de reflujo.
- Deja que transcurran 3 horas desde la cena hasta la hora de acostarse.
Ten en cuenta los siguientes SIGNOS DE ALERTA
Es importante vigilar complicaciones como la pérdida de peso, la deshidratación, sequedad de labios, decoloración de las mucosas de la boca, las infecciones respiratorias, posible presencia de fiebre y la dificultad para respirar.
3. Correcta higiene oral
Es necesario instaurar un programa de pautas de higiene oral que se adecúen a la persona y sus características. En general:
- Tener una buena higiene buco-dental es fundamental: cepillar adecuadamente los dientes después de cada comida. Vigila el tiempo mínimo de cepillado, el cuidado y mantenimiento del cepillo y atiende a la higiene de la lengua, paladar y mucosas.
- Es aconsejable el uso de cepillo eléctrico, porque mejora la eficacia del cepillado buco-dental. Además, la vibración del cepillo proporciona información sensitiva a las encías, dientes y lengua, lo que mantiene en parte una mejor funcionalidad oral.
- Es importante mantener un buen sellado de las prótesis dentales.
- Si el paciente no es capaz de realizar su higiene dental, deberá limpiarse la boca con una gasa mojada en agua, retirando todos los residuos de comida y luego efectuar una mejor limpieza con el dedo rodeado de una gasa. Se puede usar colutorio diluido en agua.